Su nombre es Ramón Burgos, aunque él se presente como “Moncho” y en el mundo de la compraventa de vehículos y coches de importación también se le conozca así. Pese a su juventud (acaba de cumplir 41 años), nuestro CEO lleva casi 18 dedicado a este sector y en la actualidad se ha convertido en un referente claro para otros concesionarios que deciden importar coches de Alemania y otras partes del mundo. Moncho se ha hecho a sí mismo en su camino. Ha tropezado, se ha levantado más fuerte y en este momento es el motor que inspira la marca M Burgos CARS y que conduce hacia la superación constante a todo su equipo: car advisors, atención al cliente, servicios centrales y personal de tiendas. Un grupo humano que en el 2020 no ha dejado de crecer pese a las circunstancias socio económicas complicadas que nos ha traído este año que ya termina. ¿Cuál es el secreto de su éxito? ¿Qué nuevos retos aguardan a la marca MBurgos COCHES en 2021?

Aunque quienes le conocen bien saben que Moncho es persona de pocas entrevistas (él prefiere “hacer” a “contar”), hemos conseguido que por Navidad responda una a una, a todas las preguntas que su equipo, nosotros, le hemos formulado. Una entrevista única, genuina y con mucho alma (como nuestro jefe) -aunque él se resista a describirse a sí mismo con solo tres adjetivos-, que estamos seguros te sorprenderá y no te dejará indiferente.

Los orígenes de M Burgos CAR ADVISORS. Nuestra primera tienda en 2005

¿Por qué comenzaste a trabajar en el mundo de los coches?

Tenía 23 años y salía con una chica de mi universidad. Su padre era holandés, tenía mucho dinero y le apasionaban los coches. Gracias a él tuve la oportunidad de conocer de cerca el mercado de compraventa de vehículos europeo. Le acompañé algunas veces a Alemania a recoger coches que compraba allí y luego traía a España. Digamos que despertó en mí la curiosidad suficiente para decidir comprar mi primer coche alemán con el propósito de venderlo después en España y obtener un beneficio económico por ello. Salió bien la operación y con lo ganado pude comprar otro coche mejor y así fui avanzando.

¿Por qué elegiste importar coches de Alemania y no vender coches nacionales?

La vida puso delante de mí esta oportunidad de forma casual y rápidamente me di cuenta que el negocio estaba allí, tanto por la cantidad de oferta como por la diferencia de precios respecto a España en ese momento.

¿Empezaste solo? ¿Cuántas personas forman parte actualmente de M Burgos CARS?

Si, empecé solo y además de forma autodidacta. Ahora mismo, contando también al equipo de tiendas de Madrid, Pamplona, Burgos y Córdoba (estas dos últimas estarán abiertas en febrero) somos 23 personas.

¿Cuál fue tu primer coche? ¿Qué coche tienes ahora?

El primer coche que tuve fue un Renault 21 GTI 12 válvulas. Ahora tengo un Audi SQ 5.

¿Cuál fue el primer coche que vendiste? ¿Y el último?

El primer coche que compré fue un BMW Z4, el 3 de abril de 2004. El último coche que he vendido ha sido un Lamborghini aventador S.

¿Qué es importante para ti a la hora de elegir a tu equipo? ¿Qué le pides a la gente que te rodea?

Les pido actitud. Que sean positivos, tengan buena predisposición para hacer todo lo que se necesita en cada momento y trabajen con pasión.  

¿Cuál crees que es tu mayor virtud y tu peor defecto como jefe?

Todo el mundo en mi oficina me dice que soy el mejor jefe del mundo. Me lo dicen hasta por escrito (bromea, mientras hace el gesto de querer enseñarnos un whatsapp que lo prueba), pero no sé por qué me lo dicen. Mi peor defecto es saber explicar con orden lo que necesito, creo que mi cabeza y mis pensamientos suelen ir más rápido que mis palabras.

El lado más humano e íntimo de Moncho Burgos

¿Tienes algún referente en el mundo empresarial y/o en tu vida? ¿Qué te ha enseñado esa persona?

Mi referente es, sin duda, mi padre. Me ha enseñado a hacer todo con pasión.

¿Cuál crees que ha sido la clave de tu evolución profesional?

Entender las necesidades del mercado en cada momento y adaptarme a ellas antes que mis competidores. El mercado ha evolucionado y se ha vuelto más exigente. Antes todo se compraba a través de revistas, ahora casi todo se mueve por internet. Si quieres ser una opción tienes que saber anticiparte.

¿Cuál ha sido el obstáculo más duro en tu vida  al que has tenido que hacer frente?

Mi ignorancia. Aprender me ha costado mucho, tanto en sentido figurado como literal. Al no haber trabajado para un tercero, y empezar desde el principio solo, he tropezado muchas veces.

¿Qué es lo que siempre te emociona cuando piensas en ello?

Pensar en mis abuelos, tanto en los que no están como en la que todavía tengo, mi abuela Isabel, la madre de mi padre. Soy su ojito derecho, bromea Moncho.

Cuando miras atrás, ¿qué te hace sentir orgulloso?

Procuro no pensar en eso, porque temo el dormirme. Por eso, no pienso ni en el éxito ni en el reconocimiento, no me gusta que me digan que lo estoy haciendo bien. Necesito estar centrado en lo que estoy. Me da miedo creérmelo y dormirme, fallar… solo miro para adelante y empujo, no puedo permitirme ninguna distracción.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Los retos. Conseguir imposibles. Resolver imprevistos. Hacer todo lo que esté en mi mano siempre para que los coches lleguen a nuestros clientes en tiempo y forma, pese a los posibles obstáculos e imprevistos que puedan llegar a ocurrir en el camino. Soy un solucionador, me dice mi equipo (sonríe).

¿Qué te ayuda a vencer al estrés y hace que estés siempre de buen humor?

Creo que es genético, que no es mérito mío. Es difícil que me enfade y si esto llega a ocurrir, tampoco me dura mucho tiempo. Hacer deporte a diario por la mañana también me ayuda a empezar el día con energía. Me gusta correr e ir al gimnasio.  “Mens sana in corpore sano”, es una de mis frases.

Anécdotas Divertidas y Desastrosas en sus Viajes a Alemania

Cuéntanos una anécdota divertida que hayas vivido en tu trabajo y otra “desastrosa”.

“Me ha pasado de todo lo que le puede pasar a una persona que lleva importando coches de Alemania desde 2005, por eso siento que en esta etapa profesional estoy preparado para todo y soy capaz de “saber que va a ocurrir si…” antes que la mayoría”.

(Le cuesta arrancar con una anécdota pero después coge velocidad y al final queda patente que tiene montones de ellas).

Acompañé a un cliente a recoger su coche a Alemania. Volvíamos a España conduciendo. Como es habitual, decidimos turnarnos en la conducción. Yo estaba dormido mientras él conducía cuando me despertó sobresaltado. Nos habíamos quedado sin gasolina en medio de la carretera. Mi cliente decidió “perdonar una gasolinera” y repostar en la siguiente, sin saber que en Alemania la distancia entre estas es de mínimo 70km. Eran las 3h de la mañana, estábamos tirados en el arcén y mi cliente me dijo: “te toca conducir, resuelve. Yo voy a dormir”. Entonces caminé hasta ver el punto kilométrico en el que nos encontrábamos y llamé al RAC para que nos prestaran asistencia. Ves, soy un solucionador y mis clientes lo saben y me eligen por ello ;).

En otra ocasión, reservamos una habitación en un hotel holandés. Cuando llegamos al hotel era muy tarde. El navegador del coche no cogía cobertura y nos perdimos unas cuantas veces. Al llegar, habían entregado a otro cliente nuestra habitación y no había más dobles disponibles. Fue divertido escuchar al recepcionista ofrecernos la posibilidad de disfrutar de una “habitación comunitaria”. ¡No estábamos dispuestos a dormir con 6 turcos en un solo dormitorio con literas! Después de cruzar miradas cómplices con mi cliente decidimos buscar otro hotel en mitad de la noche, ¡y lo encontramos! conseguimos dormir poco, pero plácidamente.

Acabábamos de comprar y recoger un Ferrari en Dusseldorf (Alemania) por el que mi cliente había pagado 280.000€. Teníamos una habitación reservada en un hotel y al llegar allí nos dijeron que costaba el doble del precio por el cuál la habíamos reservado. La razón era que había una fiesta local en ese momento. No quisimos ceder al chantaje y acabamos durmiendo en el aeropuerto de Dusseldorf. Aún conservo una foto de aquella noche que bautizamos como “velada romántica en el aeropuerto de Dusseldorf”. Qué recuerdos.

Objetivos cumplidos y Nuevos Retos para 2021

2020 ha sido un año extraño y duro en muchos aspectos. Ahora que se termina, ¿cuál es tu balance del año?

Mi balance del año es positivo. Tenemos que quedarnos con todo lo que este 2020 nos ha hecho aprender: a superar dificultades, a hacer equipo cuando todo es más difícil, a luchar por este cuando todo se complica. Además, este año también hemos introducido nuestra marca M Burgos CARS en el mundo digital y la experiencia está resultando apasionante: hemos estrenado web, estamos presentes en redes sociales, hemos grabado muchos vídeos, estamos vendiendo en coches.net , hacemos publicidad online, hasta tenemos en marcha un sorteo de navidad en el que todavía podéis participar y hemos abierto nuestras dos primeras tiendas M Burgos CAR ADVISORS franquiciadas, la primera en Madrid y la segunda en Pamplona. ¡Ah! Se me olvidaba, también hemos creado una edición personalizada M Burgos de un vino buenísimo (Gran Vos) que regalamos a nuestros clientes y embajadores de marca.

¿Qué le pides al 2021 para M Burgos CARS? ¿Cuál es el siguiente reto?

Seguir creciendo en lo personal y en lo profesional, seguir aprendiendo. Me encanta sentir que aprendo algo nuevo cada día. En lo profesional, además de seguir abriendo tiendas en España también nos planteamos introducirnos en nuevos mercados europeos de compra venta de coches como Lituania, Letonia y República Checa. Sabemos que algunas marcas hacen muy buenos descuentos en esos países; por lo que para determinados modelos muy nicho, nos será más fácil conseguirlos a un mejor precio allí.

“Si existe y es tu coche con alma, lo encontraremos”. Ese es nuestro lema y también seguirá siéndolo en 2021″.

¿Apuestas algo a que lo conseguimos? ¡Déjanos demostrártelo! 😉